Artículo de opinión

« Si tropiezas con el triunfo, si llega tu derrota, y a los dos impostores les tratas de igual forma…serás hombre hijo mío » Rudyard Kipling.
Cuanta sabiduría, cuanta filosofía de vida se destacan de estas palabras traducidas en todos los idiomas del mundo…
Sin embargo, me parece hoy que no suenan en francés… En el país dicho de las buenas maneras, de los filósofos del siglo de las Luces, no se vuelve « hombre » en el respecto de los valores deportistas de una nación como España.
La verdad es que, hoy, en esta Central de Roland Garros no pude ver ni tampoco oír a « hombres » de buena educación. Sólo reconocí una manada amnésica de ovejas de Panurge balando al viento.
Con todo parecía fácil… Sólo bastaba gritar una palabra : ¡ GRACIAS !
Muchísimas gracias Rafael Nadal por lo que eres, por lo que nos traes, por lo que hiciste y por lo que te queda por hacer…
Gracias a España por haber cortado este diamante, gracias a la familia Nadal por haber educado un chico trabajador, humilde con tanta cabeza sobre los hombros…
Parece hoy que el pueblo francés quiso olvidarse de estas horas épicas de tenis que Rafael Nadal ofreció en esta Central con tanta abnegación, sin ahorro de fuerza, de sudor, de dolores y tal vez de lágrimas.
Tengo verguenza hoy por haber sido testigo impotente de esa pesadilla en el « Templo » de los « Mosqueteros ».
¿Puede ser que la frustración de solo tener tenistas con talento pero sin cabeza conduzca un pueblo a volverse ciego, sordo y cobarde?
Ojalá que esta derrota sea para Rafael Nadal un mal necesario y que Roland Garros corone un campeón digno de los valores deportistas que defiende España.

Nadia Luccetti
Aficionada francesa

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